LAS TRES PALABRAS MAS EXTRAÑAS
El espectro de lo desconocido
se presenta en esta habitación como un color insondable
donde los recuerdos rezuman el miedo de lo inesperado
en este silencio que grita incesantemente.
Confrontaré los sueños del poeta.
-estoy sobre aviso-
ese aviso del destino que inquebrantable sigue su ritmo.
Sin embargo, como si lo supiera todo.
con esa osadía que imprime la ignorancia.
COMO HADOS TEMEROSO
Como hados temerosos
nos juntamos con esa melodía indefinida
y sin embargo, familiar…
Nos rodeamos de misterio
para evitar la simplicidad de nuestras vidas.
La violencia entonces se desata
en ese momento
en el que el dolor rompe el destino
y gritamos.
Nuestras almas entonces retozan con el viento,
y se funden con el destino.
EL ATARDECER
a Miguel
Hernández
Sed de amor,
sed sedienta de palabras,
palabras que se disponen
caóticamente
en este silencio perpetuo en el que estoy inmersa,
en esta “boca que arrastra mi boca”.
Boca que me hiere
y sumerge en el atardecer
para conquistar el desierto en el que los velos vuelen.
CUANDO LEO A VIRGILIO
Cuando leo a Virgilio
me apasiono,
me someto al amor
y entre algodones camino para no hacer ruido
y pasar desapercibida
por las curvas de las tentaciones
que sin embargo, me atrapan
con esa osadía que libera
raíces
que resurgen en este rincón que me protege
mientras, en la oscuridad se va escribiendo
el destino.
Ya no hay preguntas que contestar.
¡El mensaje ya está escrito!
¡Mi cuerpo se debilita! ya no
soporta su estrella.
Y sin embargo, Virgilio inundará mi deseo.
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